Generación del 98
Collage
figuras representativas de la generación del 98
CUADRO COMPARATIVO
autores, generos y obras
El Reloj
-El Reloj-
Pío Baroja
Hay en los dominios de la fantasía bellas comarcas en donde los árboles suspiran y los arrollos cristalinos se deslizan cantando por entre orillas esmaltadas de flores a perderse en el azul mar.
Lejos de estas comarcas, muy lejos de ellas, hay una región terrible y misteriosa en donde los árboles elevan al cielo sus descarnados brazos de espectro y en donde el silencio y la oscuridad proyectan sobre el alma rayos intensos de sombria desolación y de muerte.
Y en lo mas siniestro de esa región de sombras, hay un castillo, un castillo negro y grande, con torreones almenados,con su galería ojival ya derruida y un foso lleno de aguas muertas y malsanas.
Yo la conozco, conozco esa región terrible. Una noche, emborrachado por mis tristezas y por el alcohol, iba por el camino tambaleandome como un barco viejo al compás de las notas de una vieja canción marinera. Era una canción la mia en tono menor, canción de pueblo salvaje y primitivo, triste como un canto luterano, canción serena de una amargura grande y sombria, de la amargura de la montaña y del bosque. Y era de noche. De repente, sentí un gran terror. Me encontré junto al castillo, y entré en una sala desierta; un alcotán, con un ala rota, se arrastraba por el suelo.
Pío Baroja
Hay en los dominios de la fantasía bellas comarcas en donde los árboles suspiran y los arrollos cristalinos se deslizan cantando por entre orillas esmaltadas de flores a perderse en el azul mar.
Lejos de estas comarcas, muy lejos de ellas, hay una región terrible y misteriosa en donde los árboles elevan al cielo sus descarnados brazos de espectro y en donde el silencio y la oscuridad proyectan sobre el alma rayos intensos de sombria desolación y de muerte.
Y en lo mas siniestro de esa región de sombras, hay un castillo, un castillo negro y grande, con torreones almenados,con su galería ojival ya derruida y un foso lleno de aguas muertas y malsanas.
Yo la conozco, conozco esa región terrible. Una noche, emborrachado por mis tristezas y por el alcohol, iba por el camino tambaleandome como un barco viejo al compás de las notas de una vieja canción marinera. Era una canción la mia en tono menor, canción de pueblo salvaje y primitivo, triste como un canto luterano, canción serena de una amargura grande y sombria, de la amargura de la montaña y del bosque. Y era de noche. De repente, sentí un gran terror. Me encontré junto al castillo, y entré en una sala desierta; un alcotán, con un ala rota, se arrastraba por el suelo.
Desde la ventana se veia la luna, que ilumina a con su luz espectral el campo yerto y desnudo; en los fosos se estremecia el agua intranquila y llena de emanaciones. Arriba, en el cielo, el brillante Arturus resplandecía y tililaba con un parpadeo misterioso y confidencial. En la lejanía las llamas de una hoguera se agitaban con el viento. En el ancho salón, adornado con negras colgaduras puse mi cama de helechos secos. El salón estaba abandonado; un braserillo donde ardía un montón de teas, lo iluminaba. Junto a una pared del salón habia un reloj gigantesco, alto y estrecho como un ataúd, un reloj de caja negra que en las noches llenas de silencio lanzaba su tic-tac metálico, con la energía de una amenaza. "¡Ah! Soy felíz -me repetía a mi mismo-. Ya no oigo la odiosa voz humana, nunca,nunca."
Y el reloj sombrío medía indiferente las horas tristes con su tic-tac metálico.
La vida estaba dominada; había encontrado el reposo. Mi espiritu gozaba con el horror de la noche, mejor que con las claridades blancas de la aurora. ¡Oh! Me encontraba tranquilo, nada turbaba mi calma; allí podía pasar mi vida solo, siempre solo, rumiando en silencio el amargo pasto de mis ideas, sin locas esperanzas, sin necias ilusiones, con el espíritu lleno de serenidades grises, como un paisaje de otoño.
Y el reloj sombrío medía indiferente las horas tristes con su tic-tac metálico. En las noches calladas una nota melancólica, el canto de un sapo me acompañaba.
Tú también- le decía al cantor de la noche- vives en la soledad. En el fondo de tu escondrijo no tienes quien te responda mas que el eco de los latidos de tu corazón. Y el reloj sombrio medía indiferente las horas tristes con su tic-tac metálico.
Una noche, una noche callada, sentí el terror de algo vago que se cernía sobre mi alma; algo tan bago como la sombra de un sueño en el mar agitado de las ideas. Me asomé a la ventana. Ayá en el negro cielo se estemecían y palpitaban los astros, en la inmensidad de sus existencias solitarias; ni un grito, ni un estremecimiento de vida en la tierra negra. Y el reloj sombrío medía indiferente las horas tristes con si tic-tac metálico. Una noche, una noche callada, sentí el terror de algo vago que se cernía sobre mi alma; algo tan vago como la sombra de un sueño en el mar agitado de las ideas, me asomé a la ventana. Allá en el cielo negro se estremecían y palpitaban los astros, en la inmencidad de sus existencias solitarias, ni un grito, ni un estremecimiento de vida en la tierra negra. Y el reloj sombío medía indiferente las horas tristes con su tic-tac metálico.
La vida estaba dominada; había encontrado el reposo. Mi espiritu gozaba con el horror de la noche, mejor que con las claridades blancas de la aurora. ¡Oh! Me encontraba tranquilo, nada turbaba mi calma; allí podía pasar mi vida solo, siempre solo, rumiando en silencio el amargo pasto de mis ideas, sin locas esperanzas, sin necias ilusiones, con el espíritu lleno de serenidades grises, como un paisaje de otoño.
Y el reloj sombrío medía indiferente las horas tristes con su tic-tac metálico. En las noches calladas una nota melancólica, el canto de un sapo me acompañaba.
Tú también- le decía al cantor de la noche- vives en la soledad. En el fondo de tu escondrijo no tienes quien te responda mas que el eco de los latidos de tu corazón. Y el reloj sombrio medía indiferente las horas tristes con su tic-tac metálico.
Una noche, una noche callada, sentí el terror de algo vago que se cernía sobre mi alma; algo tan bago como la sombra de un sueño en el mar agitado de las ideas. Me asomé a la ventana. Ayá en el negro cielo se estemecían y palpitaban los astros, en la inmensidad de sus existencias solitarias; ni un grito, ni un estremecimiento de vida en la tierra negra. Y el reloj sombrío medía indiferente las horas tristes con si tic-tac metálico. Una noche, una noche callada, sentí el terror de algo vago que se cernía sobre mi alma; algo tan vago como la sombra de un sueño en el mar agitado de las ideas, me asomé a la ventana. Allá en el cielo negro se estremecían y palpitaban los astros, en la inmencidad de sus existencias solitarias, ni un grito, ni un estremecimiento de vida en la tierra negra. Y el reloj sombío medía indiferente las horas tristes con su tic-tac metálico.
Escuché atentamente, nada se oía. ¡El silencio, el silencio por todas partes! Sobrecogido, delirante, supliqué a los árboles que suspiraban en la noche que me acompañaran con suspiros; supliqué al viento que murmurase entre el follaje, y a la lluvia que resonara en las hojas secas del camino; e imploré de las cosas y de los hombres que no me abandonasen, y pedí a la luna que rompiera su negro manto de ébano y acariciara mis ojos, mis pobres ojos, turbios por la angustia de la muerte, con su mirada argentada y casta.y los árboles, y la luna, y la lluvia, y el viento permanecierton sordos. Y el relój sombrío que mide indiferente las horas tristes había parado para siempre.
dfgh
-Interpretación-
Habla de un hombre que se aleja de todo, hasta quedarse solo, mientras el relój marca las horas, el se empieza a aburrir de sus pensamientos y de estar solo, a tal punto que sale a buscar otras personas, árboles, o cualquier cosa que lo acom´pañe, pero no encuentra nada, y al mirar se da cuenta que el reloj se ha detenido.
En este texto, se refleja el pensamiento de los autores españoles muy fuertemente, representando el reloj, al tiempo, la vida desperdiciada del hombre que creia poder vivir en soledad, tambien este hombre, representa a toda España, que en un momento creyo que no necesitaría de nadie, pero decayo y tuvo la necesidad de otras personas, para no correr la suerte del personaje, es decir, la muerte.
Habla de un hombre que se aleja de todo, hasta quedarse solo, mientras el relój marca las horas, el se empieza a aburrir de sus pensamientos y de estar solo, a tal punto que sale a buscar otras personas, árboles, o cualquier cosa que lo acom´pañe, pero no encuentra nada, y al mirar se da cuenta que el reloj se ha detenido.
En este texto, se refleja el pensamiento de los autores españoles muy fuertemente, representando el reloj, al tiempo, la vida desperdiciada del hombre que creia poder vivir en soledad, tambien este hombre, representa a toda España, que en un momento creyo que no necesitaría de nadie, pero decayo y tuvo la necesidad de otras personas, para no correr la suerte del personaje, es decir, la muerte.
Comentarios de crítica
Mauricio Rangel
Yo creo que la España que se manifiesta en este periodo es una España muy resentida por los problemas que se le han presentado.
Los autores que hemos manejado demuestran un sentimiento de dolor, pero tambien una conducta que denota esperanza y compromiso para apoyar a su país durante esta crísis y no se rinden ante el panorama de desolación que ven.
Antonio Barriga
Yo creo que la España que se manifiesta en este periodo es una España muy resentida por los problemas que se le han presentado.
Los autores que hemos manejado demuestran un sentimiento de dolor, pero tambien una conducta que denota esperanza y compromiso para apoyar a su país durante esta crísis y no se rinden ante el panorama de desolación que ven.
Antonio Barriga
Yo pienso que España estaba en una epoca donde se vivian muchos problemas y que lo trataban de resolver.
Habia esperanza de una generación que solucionaria los problemas y finalmente pudieran ser libres.
David Sánchez
Yo pienso que en España hubo muchos problemas y las opiniones eran muy variadas ya que habia gente indiferente, gente que le interesaba y gente a la que de plano decia y no hacia nada otros se sentian triztes, derrotados y amargados.
Pero al final se dieron cuenta que un mejor futuro estaba en las nuevas generaciones solo era cuestion de esperar.
Bryan Rodriguez
Para mi este periodo en España fue un periodo en el que la poblacion estaba un tanto desepcionada por los problemas que habian surgido en su pais, y no podian resolver.
Sin embargo no perdian la esperanza de que conseguiriam solucionarlos.
Daniel Mata
Yo creo que en España se vivio una epoca muy dificil, que marcó a los españoles de esa epoca de una forma fuerte, pero siempre estuvieron alentados y no se cruzaron de brazos e intentaron todo lo posible para salir adelante de una forma u otra.